jueves, 16 de julio de 2015

Porque estás aquí.

Las distancias se acortan.
El miedo pierde su fuerza.
La duda tambalea;
llueve la clarividencia.

Los árboles caminan.
Las flores cantan.
El viento silba baladas
y no hay cimas altas.

La calma se propaga
como tu aura extraordinaria.
Los sueños se alcanzan
y tu silueta en mi mente no descansa.

Las nubes bajan,
puedo tocarlas,
tú y ellas son similares;
son delicadas
y son suaves.

Porque estás aquí pruebo tu perfume,
lo disfruto en mi pecho.
Ya no vivo en mundo lúgubre
porque latente estás en mis sueños.

Delicioso tu perfume;
aromáticos son tus ojos;
sereno suena tu arroyo;
levitas en altitudes.

El perrro maúlla,
el gato ladra.
La noche brilla,
la luz tapa.

El ciego observa.
El vidente ignora.
La lluvia seca.
La tierra flota.

Entro en un mundo ficticio,
mundo lleno de muchos lirios,
mundo sin dudosas brumas hondas,
donde te admiro como mi reina;
como mi suprema sobre todas las cosas.

Estoy junto a tí como un amarre.
Me convertí en tu galán, tu cuidador.
Eres malévola porque me hechizaste,
me hechizaste con tu olor, voz y rubor.

Mi vida ahora tiene sentido.
Sólo pienso en estar contigo.
Y cuando no estabas me deprimía
y en las noches con tristeza me dormía.

Ahora sonrío,
alegre camino.
No necesito el libre albedrío;
te obedezco cada suspiro.

¡Cuánta alegría me brindas!
¡Brindo por tí: por tu risa,
por tu sonrisa, tu vida,
tu gracia y alma!

Tu amor que contagia, enfermo me tiene.
Tu suave respirar, en calma me envuelve.
Tu delicadeza me enloquece.
Tu sensual caminar es endeble.

Porque estás aquí
no quiero que te vayas.
No me abandones
como lo han hecho otras damas.

Porque estás aquí
ya no siento rencor a nada.

Porque estás aquí
me despedí de la rabia.

Porque estás aquí
mi vida sin tí es vana.

Porque estás aquí
y no estándolo
significas el cosmos para mí.

Porque estás aquí
te digo que te amo
y que ya no siento asco
porque estás aquí.

Porque estás aquí
mi amada, vivo sólo para tí.
 

 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario