martes, 17 de febrero de 2015

El dar.

Seguido de el anterior post "La Envidia", viene éste; es la segunda parte, pues, ya no hablaré de dicho sentimento,sino de otro asunto, pero lo escribí en la misma composición (del Gn 4) ya que era necesario (al parecer de mi profesor) tocarlo, ya que, según él, es lo que en verdad hay que prestar atención de ese capítulo. "¿Entonces el Gn 4 no habla de la envidia?" Te preguntrás tú. Pues, see, en parte si habla y en parte esto también. Asegura mi maestro. Bueno, a darle inicio de una vez.

Ahora bien, toca hablar del otro polo del globo: La ofrenda que hicieron y con qué intención. Sabemos que Caín la realizó por inercia. Por hacerla sólo para no quedar mal ante Dios. Craso error; porque Dios sabe perfectamente la intención con que haces las cosas. Dios piensa desde antes de que pensemos. Y es que, si vas a dar algo es mejor que lo hagas de corazón, porque de verdad así lo sientes, a que lo des de mala voluntad, por inercia, por indiferencia. Además, el dar, para algunos, sirve como forma de gratificación, como forma para sentirse mejor, o como forma para regalar amor alrededor, y todo esto haciéndose pensando en la felicidad y alegría que podría inundar al remitente.
Aunque, existen, existen tres tipos de personas: 1) Las que dan para quedar bien ante Dios, 2) Las que dan de corazón, y 3) Las que dan esperando algo a cambio. 
El primer tipo de personas es el que observas en la iglesia los domingos, y en la semana olvida los mandamientos, creyendo ilusamente que a Dios no le importa mientras él mantenga los baratos rezos. 
El seguno tipo de personas es la minoría que existe en el mundo. La gente de buena fe. La clase de gente que yo debería tratar de ser.
Y el tercero es el tipo de persona que se caracteriza por ser SOÑADORA. ¿Que el dar el algo recíproco? ¿Algo mutuo? Ten esto en cuenta: Sí, cuando lo haces con amor.
Pienso que, si ese enigmático poder celestial que representa Dios, me dió la vida, yo puedo devolverle el favor dándole lo mejor que pueda, hasta mi existencia cuando él algún día así le apetesca.



En eso último, admito que casi lo escribí para agradar al profesor, porque, yo aún dudo de Dios. Y si tú no, respeto con gusto tu opinión.

La Envidia.

Antes que nada, escribí primeramente sobre este tema en mi cuaderno de religión, puesto que mi profesor -persona a la que respeto sinceramente, por como es, como es con los demás y por su manera de pensar- nos manda a leer ciertos capítulos de La Biblia para hacer una composición sobre lo que entendiste de lo leído y leerlo en clases. Entonces tocó leer el Génesis, capítulo 4. Al leerlo noté (gracias a la ayuda de mi madre, también, jijijiji) que se trata de este... sentimiento. Y nada, quiero compartilo aquí en mi blog, porque no pude leerlo o recitarlo en el salón, y al fin y al cabo, son mis  pensamientos y mi blog, así que daré inicio a mi composición, que, además es muy larga pero, motivadora. Además de eso, la composición (desde el cuaderno) la dividí en dos partes, y ésta es la primera. Por favor, prepara ese lindo culo y siéntate bien en la silla y busca algo de beber, pero sobre todo, quiero que te relajes y escapes leyendo esto.

La Envidia. 
En este capítulo se puede presenciar hasta qué punto puede llegar la envidia; hasta la demencia. La envidia no es más que tristeza, tristeza que se basa en el malestar que causa el bien de otro. La envidia es el regocijo que sientes cuando a otro que le iba bien, ahora le va mal.
La envidia es sinonimia de odio, antónimo de humildad. La envidia, el deseo desenfrenado por lo ajeno, no te deja sacar la casta que hay en tí, bueno, en realidad si; la casta de la crueldad que acecha en tí. 
Esa celda, esa celda que te convierte en presidiario entre sus rejas. ¿Por qué lo llaman afecto cuando quiere decir desprecio? ¿Por qué lo llaman alegría por el prójimo cuando es envidia oculta tras un envoltorio?. Aunque un momento. ¿No sería eso una falta de respeto? Una violación a las leyes morales que rigen a esta sociedad asfixiante.
Caín se dejó consumir por el odio, por la aversión, por la sensación engañosa de ser menos que su hermano ante los ojos de Dios. Se dejó caer en la espiral demencial que arrastra a los que tienen el corazón frío, los que sólo piensan egoístamente en ellos mismos.
Ese sentimiento, sí se le puede llamar así, es otorgado y controlado por Pandora, o Lucifer, para que me entiendan mejor ahora.
Pienso que, la envidia habita en el interior de todos; en lo más recóndito, en lo más oscuro. Y es como chispa que explota cuando le acercas un detonante. 
Hay que luchar contra esa fuerza demoledora que aplasta a los más propensos a babear la gloria. Cuando luchas y te esfuerzas por lo que quieres y te creces y piensas sólo en tu bienestar, sin ver a los demás, así te alejarás de ese rencor abstracto; y evitas que llegue a materializarse por completo. 
La palabra dicta que Caín fue maldecido por el crimen que había realizado. Maldición que se basaba en que nadie que lo encontrase podría asesinarlo, y sí alguien lo hacía sería castigado siete veces. Lo que me lleva a pensar que por tu rabia hacia al prójimo, tu condena será extensa y para nada efímera.
Ella vive dentro de tí, y no podrás matarla hasta que te aceptes, hasta que encuentres la paz, encuentres a Dios.



 



                                                                 

sábado, 7 de febrero de 2015

¿Qué es para ti el amor?.

   ¿Qué es para ti el amor?. Puede ser -al menos para mi- una necesidad momentánea de sentir afecto...calor. Unas ganas incontrolables  de tener al alguien que se preocupe por nosotros, que se alegre de sólo ver tu rostro. El amor puede ser de muchas formas: amor de un suspiro, como también amor de un infinito. También  el amor que oculta el interés, pero claro; ese amor no es sólido, es liviano, y tarde o temprano el tiempo los desvanece y sólo queda incrustado en tu mente que el amor verdadero es ficticio.
   El amor no es más que un deseo intenso por algo o por alguien. Intenso, ¿puedo usar esa palabra? Creo que sí, porque estoy hablando del amor real, el que no se va por las ramas, el que perdona una y otra vez porque ve el mundo pintado de colores vivos y con escarchas. Entonces sí, intenso queda bien. Yo sólo tengo 16 años, y sé que a esta edad no he vivido un coño de la madre, pero, ya siento que puedo decir que el amor es sólo un bonus para sobrellevar esta vida, para hacerla más llevadera y agregarle dósis de alegría, afabilidad, y, cómo no, felicidad si te lo permites.De nuevo, sólo tengo 16 años pero, ya con esta edad, he izado la bandera blanca, he entregado mi rendición al amor. Pero esa historia la redactaré en otro momento. Este instante es para lo confuso y sápido que es el amor.
   Otra cosa que hace ver que hoy en día el amor no se un sentimiento propicio; ya sea por divorcios, maltratos entre parejas, el desequilibrio sobre cuál de los dos aporta más a la casa, y un sin fin de acontecimientos que surgen cuando el amor entre esos dos nunca, nunca fue puro. ¿A qué me refiero con esto?. A que nunca fue recíproco, mutuo. Me explico: Para que alze el vuelo una relación amorosa, el amor que yo tengo por ti debe ser igual, tú debes sentir amor hacia mi también. Osea, yo te amo, pero tú no me amas. Bueno, ya aquí, es obvio que no puede existir un cuento de hadas porque no hay amor puro. Sólo uno de los polos está enviando electricidad. Yo digo, sí esto es así, que no hay de otra; dejar ir a esa persona que yo amo, pero no me ama, y rastrear a otra que sí me ame, hasta con sólo ver mi rostro acercándose, y, claro está...¡Que yo también ame a esa persona!. Con ésta fórmula creo que se podría evitar tanta mierda entre parejas. Pero ojo, sólo tengo 16 años, tal vez lo que digo no sea verídico o totalmente cierto, pero, es como estoy viendo las cosas a esta golpeada edad.
   En fin, tampoco se puede creer que uno puede andar toda su vida sin querer tener por lo menos una mujer a la que sentirse enamorado. Mmm, creo que el hombre más inteligente del mundo nunca se enamoró, pero  no sé, tampoco recuerdo mucho o casi nada de él. 
    Yo sólo espero, espero, y espero al amor. Espero que el amor regrese a mi y traiga consigo a alguien a quien amar y me ame. Llorar no sirve como tampoco sirve tener la mente dormida. Hay que tener paciencia y calma, tranquilidad y, afabilidad ante todo. "El amor no entiende de añoranzas ni lamentos, sólo vuelve cuando siente que llegó el momento."-Nach.