jueves, 6 de agosto de 2015

Un vistazo a lo de aquí.

El respeto en este viaje es una búsqueda infinita. No gana el mejor en el juego, ni siempre pierde el que juega sin empeño. Un puñado de palabras es lo que vomito, un sueño muy alto es lo que diviso, un enjambre de dificultades es lo que consigo y esquivo. Entre enfermedades y temores galopantes se vive el día a día; sin clemencia ni garantías, con el sudor manchando la camisa. A un cuaderno iletrado lo tomo como lienzo, le repito una y otra vez lo que pienso para que él esté educado, como Lisa.

El ferrari de la vida va frenético, el centauro de la espera cabalga enérgico, la cuerda de la creencia no siempre está tensa pero la ignorancia quebranta a los débiles y los apaga como a las hogueras. Mi mente no entiende de dueño. La patria a la que sigo es a la patria de lo que creo. La raza a la que pertenezco es a la raza de los que opinan que el amor es lo más hermoso y bélico. No soy crédulo y mi alma crepita con los vértigos de los tropiezos. Un vistazo aquí, un vistazo a lo desconocido, un mirada rápida al bosque de los oprimidos en que el corazón haya inspiración en el dolor y en sus nostalgias de latidos.
 

Eso fue solo un folio, pero uno contento.

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