jueves, 13 de agosto de 2015

La esdrújula en esta epístola es la brújula.

La esdrújula en esta epístola es la brújula. Sin epígrafes y con gramática la métrica matemática altísima en didáctica dialéctica. Acrílico la lírica con energéticas no efímeras parábolas coléricas. Hay cántaros con súplicas de cíclopes del Tártaro. Plácido soy drástico; soy muy ortográfico, no básico en léxico, gráfico no en imágenes como máximo fármaco. Discípulo de la química orgánica pero no de la química de los bípedos. Con éxito soy explícito en metáforas. Explíqueme lo ácido de ser cándido. Mi éxtasis es por la lírica y la erótica, la fonética y la estética, pues son mi cúbico espléndido no cómplice de la católica. Me es fétida esta atmósfera bélica ya que me dá vértigo. Típicas las carátulas del Santísimo en los clérigos diabólicos por sus eufemísticas chácharas.

Estoy cómodo en la sábana; pórtese el megáfono para un cúmulo de pájaros metafóricos y epítetos para los clásicos de lo terrícola. La sátira es lúgubre para los sápidos; lo satírico es aromático congénito; bellísimo en lo humorístico. En clínicas las lágrimas por la catedrática túnica de lo pésimo. La cópula es el cíclico índigo de mi éxtasis. El bolígrafo es el médico neurótico psicológico; lo parabólico el psicólogo. Es un cítrico esférico lo paradójico equívoco y clautrofóbico.

Cúmulo triángulo de estadísticas bubónicas, quirófanos frigoríficos frívolos rígidos, sátiros incómodos oníricos. La ética en las ciénagas. Ridículos, cavernícolas. Soy príncipe en trémulas anáforas tétricas. Cínico, apóstrofes ráfagas céntricas, a féretros sus espíritus flácidos anémicos. Péndulos cósmicos bárbaros en ímpetu, eléctrico y legítimos capitulos esotéricos.

Búsqueme y entrégueme el crédito por esta epístola sobre crítica, lírica, mística y mítica. 

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