domingo, 17 de mayo de 2015

Ser inferior, das asco.

Ustedes dan asco. Aborrecibles, inferiores, mentes débiles, engendros, sucios, mierdas secas, estúpidos... Ustedes los humanos de poco intelecto son una peste en este mundo. Sus banalidades y actos inmorales son tan repugnantes como tener que tolerar sus caras cerca de mí. No veo el motivo por el que yo tenga que tolerarlos cuando ustedes no toleran a nada ni nadie. No veo el motivo por el que yo tenga que respetarlos cuando ustedes, seres asquerosos, no respetan a nada ni nadie, ni siquiera a la mujeres. Sus pisoteables mentes, que a lo más grande que llegan es a la nimiedad, les dicen que actuar como imbécil lanzando sus escupibles piropos hacia ellas les corteja y les gusta, ¡PERO QUE IDEA MÁS RIDÍCULA Y BARBÁRICA ES ESA!. Hay féminas a las que les gusta eso, esa clase de chicas son las "tierruas", pero hasta para ellas hay un punto límite. Ustedes, hombres, el hombre promedio del mundo, el que evade la clase, la educación y el aprendizaje de su cultura, ustedes son los que despiden ese olor tan repulsivo que infecta este lugar. Son ustedes los que provocan la muerte de mi esperanza cada vez que despierto. Sus incorregibles actos inhumanos (todos los que tú, amigo(a) lector, te puedas imaginar) me resultan tremendamente despreciables, por ello ¡Merecen ser quemados en la hoguera cuales brujas de Salem! Son la mismísima prueba de que la especie humana no avance moralmente, sentimentalmente, afectuosamente, simplemente porque sus triviales deseos son igual de insignificantes que sus vidas. Se dejan manipular por Codicia, dejan que él entre en sus cuerpos. Sueñan con tenerlo todo para al final no tener lo más importante...¡Amor! ¡Idiotas, amor! ¿Se olvidan de él? Codicia sólo los usa para, a través de ustedes, llenar su vacío, y ustedes tan pláscidamente se lo permiten porque eso son vosotros: son muñecos inflables, figuras de porcelana, títeres, siempre a merced de Los Siete, ¡Eso somos! Sólo que algunos somos más listos y entendemos eso, por lo que le negamos la entrada a Codicia, o a cualquiera de los otros seis, aunque siempre recibiremos al menos a uno en nosotros. 
Usen ese cerebro que les fue otorgado y piensen, piensen, piensen en su miserable vida. Ustedes, nosotros, todos, elegimos si seremos los artífices de un mundo, o mejor dicho, de una realidad mejor, una realidad en que hayamos extinguido a Codicia y a Envidia; una realidad en que el amor se sirva para todos, en el que la ayuda sea la que aceche en todas las esquinas. Una realidad con eterna alegría. Piénsenlo, insectos, piénselo, y les prometo que si llegamos a un exitoso y enorme cambio, les tendré un respeto del tamaño del universo.
Pero mientras tanto, montón de mierdas de gallinas, aquí estoy odiándolos por ser tan asquerosos, cerdos, amantes del sexo y no de lo erótico, por ser "masa programada para no pensar", por ser "esclavos del destino", por ser tan jodidamente iletrados, yo, los, odio.
Y cada vez me dan más asco, cada día que pasa sus innumerables actos me envenenan el alma y me producen vómitos. MALDITOS INSECTOS DESPRECIABLES SIN UNA MOTA DE INTELIGENCIA.
los, odio. A, ustedes, los odio. Seres, inferiores.

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