Y es que, no hay nada como vivir, existir;
beber del elixir del escribir.
Ser real o fingir.
Postrado, ahorcado consigues dormir.
Sonreir, a veces es fingir
y vivir, a veces es morir.
Sentir, en realidad es vivir,
y bajo una luna gris
la soledad acompaña sin medir.
Escribir, es sobre el dolor reir;
escapando, para aguantar y no rendir.
Caminar, siendo y no feliz,
corriendo en el arco iris
para hayar el tesoro con mi iris
y convertirlo en paz en forma de whisky.
Sé lo que significa admitir,
casi no reconzco el redimir.
Sé de clemencia y sé de evadir,
sé de los placebos que te evitan sufrir,
he de advertir
que mi amor imita al colibrí.
Ahora he de cubrir
los sentimientos que me hacen sufrir.
A partir de aquí,
de aquí a paritr
la hora se precipita sin fin.
Al fin me logré adherir
a los besos que logré conseguir
buscando de quienes elegir
y desfallecí por no decidir.
No soy de resurgir
pues poco me hundo;
soy más de subir
al infinito y reprimir
tanta cicatriz que se vuelven abrir.
He deseado tus piernas abrir,
escuchar el rugir
de tu revivir;
esperando que no sepas mentir
Aspiro a no delinquir,
seguir, perseguir,
naufragar en el devenir del porvenir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario