sábado, 7 de marzo de 2015

Una nota.

Un resoplo de aire puro,
un aire de purificación en mi mundo,
una agitación
en estado puro.

Maullo cantos de entusiasmo,
oxígeno venenoso
y silencios soporíferos zumbando.

Estallo de odio por lo vacuo,
exploto de amor
por lo de menos encanto;
como una salida para despejarme
 de lo que me tiene exhausto.

Y así es tu amor,
así eres tú;
tan plácida como dormir todo un sábado
o tan hermosa
como un poema bien recitado.
¡Mi encanto, amor mío
no uso cadenas
lo que me amarra a tí
es tu olor a cerezas!

Mi mundo es gota de lluvia,
una nube turbia,
una niebla que entre más espesa
más terror supura.

Mi entereza pocas veces llega,
lo hace a solas, sola,
cuando está lejos de las bromas.

Impetrar, no es una de mis normas,
no hay qué ni quién
que merezca excepción.

Oye, farisaico,
ten tengo antipatía
sencillamente porque tu gracia
no cubre tu valía.

Te desprecio por completo...
lleno de recelo, así me encuentro.
Perdón, pero...
sólo siento afecto por los allegados,
por lo material de culto
y por mi soledad en mi cuarto oscuro.

Busco sin cese los placeres
que derritan este corazón
y lo conviertan en suave felpa y algodón.
Me cubre un suave pelaje de león,
puedes acariciarme, pues, mi ternura por tí
es tan cálida como lo es en invierno un fogón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario